martes, 27 de abril de 2010

ADJ SAN PEDRO CAMPEON DE ANDALUCIA. Con un par Fernando


Que bemoles Ferni el mejor 2 desde Cafu



Link: http://adjsanpedroprebenjamines.blogspot.com/ Javier Lopez

lunes, 26 de abril de 2010

Batalla de las Dunas 1639

La batalla naval de las Dunas fue una batalla entre las armadas española y holandesa que tuvo lugar el 21 de octubre de 1639 en la rada de las Dunas -o de los Bajíos- (The Downs), cerca de la costa del condado de Kent, en Inglaterra, en el transcurso de la Guerra de los Ochenta Años.

En 1639 se forma en Cádiz una escuadra de 23 barcos y 1.679 hombres de mar para operar contra Francia y Holanda al mando de Antonio de Oquendo. Salen hacia Flandes, uniéndose en La Coruña a la escuadra de Dunquerque. Acompañan a la escuadra 12 transportes ingleses que llevan tropas. La misión principal es llevar tropas y dinero a Flandes.


Antes de la batalla de las Dunas, de Reinier Nooms (cerca de 1639), representando el bloqueo holandés de la costa inglesa. El navío mostrado es el Aemilia, el buque insignia de Tromp

Fecha 21 de octubre de 1639
Lugar Rada de las Dunas, en el Canal de la Mancha
Resultado Decisiva victoria de las Provincias Unidas, actual Holanda

Beligerantes
Provincias Unidas Vs Imperio español
Comandantes
Maarten Harpertszoon Tromp Vs Archiduque Antonio de Oquendo


Maarten Harpertszoon Tromp

Fuerzas en combate
117 (+100) barcos 77 (21) barcos
Bajas
1.000 muertos, 10 barcos incendiados. 6.000 muertos, 43 barcos destruidos o capturados


Preparación

Reunión de la Armada en La Coruña

A finales de agosto llegan a La Coruña los navíos de Antonio de Oquendo, fondeando fuera del puerto para permitir la salida del resto de la flota. Se reúnen así las escuadras de:

Antonio de Oquendo
Martín Ladrón de Guevara
Nápoles, con el general Pedro Vélez de Medrano y el almirante Esteban de Oliste
La de Jerónimo Masibriadi, con el almirante Mateo Ulajani (o Esfrondati) procedentes de Cádiz. Estaban formadas por el sistema mixto de contrata y embargo, llevando barcos de Ragusa, Nápoles, Dinamarca y Alemania, siendo un total de 22 barcos entre los que había pocos barcos españoles. En La Coruña se unen las escuadras de:
Lope de Hoces, con Tomás de Echaburu de almirante
Galicia, con el general Andrés de Castro y el almirante Francisco Feijó
Dunquerque con el general Miguel de Horna y el almirante Matías Rombau
San José, con el general Francisco Sánchez Guadalupe.
Estas eran naves de asiento y embargadas, y provenían de Vizcaya, la Hermandad de las Cuatro Villas, Galicia, Portugal y Flandes. Se supone que eran 29.
Además, les acompañan 12 navíos ingleses fletados como transporte de tropas.

Entre todas llevaban, según las versiones extranjeras, 27.000 hombres. Algunas versiones españolas los reducen a 6.000. La realidad debió ser unos 14.000, de los que 8.000 hombres de mar y guerra y el resto, infantería.

Para el Conde Duque de Olivares los buques y dotaciones estaban en un estado excelente de preparación y adiestramiento, y no había salido armada como esta desde la jornada de Inglaterra. Para el almirante Feijó, de la escuadra de Galicia, estaban faltos de todo, la gente era forzada, no había bastantes artilleros y tenían poca experiencia, etc.

Encuentro con los holandeses en el Canal

El 31 de agosto se hacen a la mar, dejando a los transportes ingleses navegar sueltos, lo que fue un error, ya que los holandeses apresaron al menos a tres, con 1.070 infantes.

La vanguardia la formaba la escuadra de Dunquerque, como expertos del Canal.

En el Canal se encontraba a la espera el almirante holandés Martín Harpertz Tromp, con pocas naves.

Se avistan las escuadras el 15 de septiembre al anochecer y, al amanecer del 16, Oquendo intenta abordar a la capitana holandesa, no consiguiéndolo y recibiendo a cambio numerosos cañonazos, que dejaron su nave casi desaparejada y con 43 muertos y otros tantos heridos. A lo largo del día se entablan escaramuzas, con el único resultado de la voladura de una nave holandesa. El combate sigue el 17, entre escaramuzas y combate artillero, sin permitir los holandeses que los españoles se acerquen a tiro de arcabuz.

El 18 se le unen a Tromp 16 naves, pero se mantiene la misma táctica. Caen en el combate los almirantes Guadalupe y Ulajani, estando a punto de ser apresado el galeón de éste.

En estos tres días de combate, los contendientes han agotado toda la pólvora y municiones. Tromp entra en Calais, donde el gobernador la facilita 500 toneladas de pólvora, repara sus buques, desembarca a los heridos y, en 20 horas, está de nuevo en la mar listo para el combate.

Entrada de la Armada en las Dunas (Downs)

Oquendo podría haber hecho lo mismo en los puertos amigos de Mardique (hoy Fort-Mardyck, 10 km al este de Dunquerque) o Dunquerque, pero, dudando del calado de Mardique, donde pensaba que no podían entrar sus galeones grandes, así como dada la proximidad de la rada de Las Dunas -o de Los Bajíos- (The Downs) en la costa del condado de Kent, en Inglaterra, y considerando que los ingleses eran neutrales, decide refugiarse allí, para intentar aprovisionarse y reparar sus barcos.

A los ingleses no les hace gracia la decisión española, y el enfado se ve agravado por no haber saludado Oquendo a la bandera inglesa del almirante Pennigton, que se encontraba fondeado en la rada. Ante el enfado inglés, y dada su precaria situación, Oquendo cede. Los ingleses ceden el fondeadero interior a los españoles, y fondean entre la armada española y la holandesa.

Oquendo intenta conseguir pertrechos de guerra, informando de su presencia al embajador de España en Londres y al gobernador de los Países Bajos, consiguiendo así refuerzo de marineros y soldados desde Dunquerque. Organiza transportes en buque ligeros para llevar a Flandes el dinero y los soldados que transportaba con ese destino. El 27 de septiembre, aprovechando una espesa niebla, organiza un convoy con 13 pataches y fragatas que acompañan a 56 embarcaciones costeras (la mayoría pesqueros venidos de Dunquerque), que llega sin novedad a Flandes, pese a estar Tromp bloqueando la salida de la rada.

Tromp mantiene una escuadra fondeada en la salida de la rada y otra navegando por el Canal. Dispone de 114 a 120 naves, entre ellas 17 brulotes. Algunos relatos cuentan que permite el paso de buques de apoyo españoles con jarcias y arboladuras, para que Oquendo pueda reparar antes sus naves y así poder entablar combate.

La batalla

El 20 de octubre Oquendo lleva un mes fondeado en la rada de Las Dunas, cuando llega el primer suministro de pólvora. Es escaso, y lo reparte entre los galeones.

Tromp tiene noticias de ello, y decide atacar antes de que los españoles se hayan rearmado completamente, por lo que plantea al almirante inglés que ha sido atacado por los españoles y que, por lo tanto, procede a atacarles. Lanza sus brulotes sobre la escuadra fondeada, pero los españoles pican amarras y se hacen a la mar. Entre la confusión producida por los brulotes y una espesa neblina, solo consiguen salir de la rada 21 buques para enfrentarse a más de 100 holandeses. Los demás varan en los bancos de arena y la costa de los Downs.

Tromp lanza tres brulotes contra la capitana de Oquendo. Este consigue desembarazarse de los tres, pero uno de ellos se engancha en la proa del galeón Santa Teresa, de Lope de Hoces, que le seguía y que se pierde envuelto en llamas.

La batalla se entabla con los galeones españoles peleando aislados contra fuerzas cinco veces superiores.

Al anochecer, aprovechando la oscuridad, algunos españoles consiguen desembarazarse de sus atacantes y, los que pueden, se dirigen a Mardique, llegando la nave de Oquendo, la de Masibriadi y 7 buques más de la Escuadra de Dunquerque.

Del resto de los barcos, 9 se rindieron, estando en tan mal estado que tres se hundieron cuando eran llevados a puerto holandés, y los demás embarrancaron en las costas francesas o flamencas para no entregarse al enemigo.

De los que habían varado en the Downs, 9 consiguieron llegar a Dunquerque.

Las pérdidas españolas fueron estimadas por los holandeses en 43 buques y 6.000 hombres y las holandesas estimadas por los españoles en 10 buques y unos 1.000 hombres.

Dicen que Oquendo, que estaba gravemente enfermo, dijo al llegar a Mardique: «ya no me queda más que morir, pues he traído a puerto con reputación la nave y el estandarte».

Hubo quien, desde España, vio la acción de Oquendo como una gran hazaña, ya que había conseguido llevar los refuerzos y los dineros al ejército de Flandes, y salvó a la capitana y al estandarte real ante fuerzas abrumadoramente superiores. Olvidan que, si en lugar de encerrase en la rada de los Downs, se hubiese dirigido a los puertos de Flandes, no hubiese perdido casi toda su flota. Además, un barco español resistió tras ser abatido por 1200 balas de cañón, demostrando la gran resistencia española.

Según el historiador y almirante portugués Costa Quintella, Oquendo se «portó más como comandante [de buque] que como general y almirante, ya que, sin más que poner en línea sus navíos [en el primer encuentro], pudo aniquilar a sus enemigos».

Articulo extraido de: http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Dunas_(1639)

La defensa de Cadiz contra los ingleses de Francisco Zurbarán

martes, 13 de abril de 2010

Alejandro Farnesio



Alejandro Farnesio
Retratado por Otto Vaenius en (1585).

Alejandro Farnesio y Habsburgo, (Roma; 27 de agosto de 1545 – Arras; 3 de diciembre de 1592); tercer duque de Parma y Piacenza, hijo de Octavio Farnesio y Margarita de Parma la hija ilegítima del emperador Carlos V, sobrino de Felipe II y de Don Juan de Austria. Desarrolló una importante labor militar y diplomática al servicio de la corona española. Luchó en la batalla de Lepanto contra los turcos y en los Países Bajos contra los rebeldes holandeses.

Biografía [editar]Acompañó a su madre a Bruselas cuando fue nombrada gobernadora de los Países Bajos, en 1565 se casó con la princesa María de Portugal, boda celebrada en Bruselas con gran esplendor. Alejandro había crecido en España con el príncipe Carlos, hijo de Felipe II y su tío Don Juan de Austria y tras su matrimonio se instaló en la corte de Madrid. De ese matrimonio nació:

Ranuccio I Farnesio (1569 - 1622), su sucesor y uno de los posibles herederos al trono portugués durante la crisis de 1580 (por ser bisnieto de Manuel I de Portugal).
Pasaron varios años antes de que pudiera demostrar su talento para las operaciones militares. Durante ese tiempo los Países Bajos se habían rebelado contra la corona española y tras la muerte de Luis de Requesens, Don Juan fue enviado como gobernador en 1576. En otoño de 1577 Alejandro Farnesio fue enviado en ayuda de Don Juan, llegando como comandante del ejército al frente de los tercios con los que en enero de 1578 derrotó a un ejército protestante en la batalla de Gembloux. En octubre de 1578 Don Juan moría de tifus solicitando a Felipe II que Alejandro fuera nombrado gobernador de los Países bajos a lo que el rey accedió.

Demostró sus dotes como diplomático a los tres meses, en enero de 1579, cuando consiguió, mediante la Unión de Arras llevar de nuevo a la obediencia a la corona española a las provincia del sur que se habían unido a Guillermo de Orange en su rebeldía. Por el contrario, las provincias rebeldes abjuraron definitivamente de la soberanía de Felipe II unas semanas más tarde mediante la Unión de Utrecht.

Tan pronto como obtuvo una base de operaciones segura en la provincia de Hainaut y Artois se dispuso a reconquistar las provincias de Brabante y Flandes. Una ciudad tras otra fueron cayendo bajo su control hasta llegar frente a Amberes a la que puso sitio en 1584. El asedio de Amberes exigió todo el genio militar y fuerza de voluntad de Alejandro para completar el cerco y finalmente rendir la ciudad el 15 de agosto de 1585. El éxito militar de Alejandro volvió a poner en manos de la corona española todas las provincias del sur de los Países Bajos, pero la orografía y situación geográfica de las provincias de Holanda y Zelanda hacían imposible su conquista sin contar con el dominio del mar, en manos de los rebeldes.

En 1586 se convierte en duque de Parma por la muerte de su padre y solicita permiso al rey para ausentarse y visitar el territorio del ducado, permiso que no le es otorgado ya que el rey lo considera insustituible.

En preparación al intento de invasión de Inglaterra con la Armada Invencible, Alejandro marcha contra las ciudades de Ostende y Sluis, conquistando ésta última, a donde llega la armada en 1587. Tras la derrota de la armada, Alejandro se instala en Dunkerque.

Tras el asesinato del rey francés Enrique III en diciembre de 1589, Alejandro fue enviado con el ejército a Francia para luchar con el bando católico opuesto al rey Enrique IV. En el asedio de Caudebec, el 25 de abril de 1592, resultó herido de un disparo de mosquete.[1] Se retiró con su ejército a Flandes. Posteriormente su salud se agravó, falleciendo la noche del 2 al 3 de diciembre de 1592 en la Abadía de Saint-Vaast de Arrás.

Todo de Wilkipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Farnesio_(duque_de_Parma)